¡A veces cuesta, sí! Muchas de las estrellas que vemos son en realidad estrellas dobles, dos estrellas que viven en pareja, pero están tan cerca la una de la otra que desde aquí parecen un puntito luminoso nada más. Y algunas nebulosas no son el resultado de una estrella muriendo sino la nube que rodea a una estrella joven. A simple vista se puede uno confundir, como cuando ve de lejos a dos personas que se parecen mucho físicamente. Por suerte no son solo imágenes lo que sacamos con los telescopios, sino también «espectros» (la descomposición de su luz en diferentes colores), que nos dan información similar a la que nos daría una huella digital. 🙂
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